Escribo estas líneas en una Lima invernal de tonos grises luego de la realización de la Marcha del #OrgulloEnLínea. Hace dos años que mis colegas y yo participamos en la Marcha del Orgullo de manera presencial para celebrar el amor y la diversidad – y junto con miles de personas llenamos las calles de Lima de colores y alegría. Este sábado 26 de junio participé en la Marcha virtual para sumarme a la celebración de nuestra diversidad y –sobre todo– unir mi voz al reclamo por la igualdad de derechos para las personas LGBTIQ+ en el Perú y en el mundo.

Este reclamo sigue siendo tan urgente y necesario como el que se hizo aquel 28 de junio de 1969 en Stonewall. Ninguna persona debe sentirse avergonzada ni ser violentada por ser quién es, ni por amar a quien ama.

La discriminación económica, social, legal y política que sufre la comunidad LGBTIQ+ se ha complejizado como consecuencia de la COVID-19. Por eso se vuelve aún más importante que hagamos visible la defensa de los derechos humanos y las libertades más básicas de todos los individuos en el Día del Orgullo.

Luchar por los derechos humanos y la igualdad de derechos y oportunidades para todas las personas, sin discriminación por etnia, sexo, identidad de género, edad, situación económica u orientación sexual, no debe limitarse a ciertos días del año. Avanzar hacia la igualdad de derechos para todos es un proceso que puede tomar años, como muestra el caso de mi país, el Reino Unido, actualmente reconocido como uno de los países más progresistas en éstos términos.

En 1967, el gobierno británico descriminalizó parcialmente la homosexualidad, pero no fue sino hasta el 2000 que se suprimió la restricción del ingreso a las Fuerzas Armadas a personas gays o bisexuales. Dos años después, en el 2002, el gobierno británico concedió el derecho de adopción a las parejas del mismo sexo, y desde el 2005 las personas transgénero pueden obtener el reconocimiento legal de su sexo adquirido. En el 2014 se legalizó el matrimonio igualitario en Inglaterra, Gales y Escocia, y en el 2020 se legalizó en Irlanda del Norte. Hace dos años, en el 2019, se introdujo temas de derechos LGBT+ en el currículo nacional en el Reino Unido, y en mayo de 2021 la Reina Elizabeth anunció que se buscará prohibir las llamadas ‘terapias de conversión’.

Nos sentimos satisfechos de estos logros, pero todavía nos quedan retos por superar. Una encuesta del 2017 encontró que las personas LGBTIQ+ en el Reino Unido están menos satisfechas con sus vidas que la población en general. Dos de cada cinco habían sido víctimas de acoso o violencia física y 24% habían necesitado servicios de salud mental ese año.

Como copresidentes de la Coalición por los Derechos Igualitarios junto con Argentina, trabajamos con gobiernos y la sociedad civil para defender los derechos LGBTIQ+. En junio del 2022 mi país será anfitrión de la primera conferencia global LGBTIQ+ que congregará a gobiernos, legisladores, representantes de empresas y sociedad civil para fortalecer nuestros esfuerzos para proteger y promover los derechos de personas LGBTIQ+ globalmente.

La participación de todos estos actores es importante porque los avances que describí líneas arriba no hubieran sido posibles sin una abogacía constante de actores de la sociedad civil y el sector privado ante gobiernos y legisladores.

Reconociendo eso, la Embajada Británica en Lima apoya una iniciativa de organizaciones de la sociedad civil, el Jurado Nacional de Elecciones y la Mesa de Género de la Cooperación Internacional (MesaGen) para elaborar las llamadas “Agendas por un Perú con Igualdad”. Estas recogen demandas de poblaciones vulnerables con la idea de servir como una hoja de ruta para el nuevo gobierno peruano y el nuevo Congreso. La población LGBTIQ+ es una de las más discriminadas en el Perú, y más del 70% ha sufrido violencia en algún momento de sus vidas. Por eso, en su agenda se incluyen propuestas para garantizar la representación política, el acceso a la salud, la prevención de violencia, el derecho a la identidad, entre otros.

Adicionalmente hemos apoyado iniciativas para impulsar espacios laborales más diversos e inclusivos de la mano con la ONG Presente. Numerosas compañías están en proceso de ser certificadas como “Empresa Presente” al haber incorporado prácticas y políticas no discriminatorias. Con Más Igualdad hemos promovido que se implementen servicios de salud mental diferenciados para la comunidad del arcoíris.

Este sábado ha sido la tercera vez que participo en la Marcha del Orgullo y en este momento se siente aún más importante mostrar apoyo a las causas que esta marcha reivindica. Considero que buscar que se garantice los mismos derechos para todas las personas no debería tener color político. Lo que sí se necesita es una inquebrantable voluntad política de trabajar –con base en las evidencias y con objetividad– a favor de las personas más vulnerables. Espero que tanto el nuevo gobierno como los nuevos congresistas asuman esa promesa como suya y busquen consensos para avanzar de manera conjunta hacia una sociedad más justa e igualitaria en el Perú Bicentenario.

El Reino Unido continuará siendo un gran aliado para esta causa. Creemos que las sociedades más fuertes, seguras y prósperas son aquellas en las que todos los ciudadanos pueden vivir, amar y desarrollarse plenamente sin temor a la violencia o discriminación.

¡Por un Perú con igualdad - Feliz Día del Orgullo!